Por ley, todas las empresas —desde comercios hasta industrias— están obligadas a separar al menos en tres categorías: residuos sólidos urbanos, residuos de manejo especial y residuos peligrosos.
Tijuana, 10 de junio de 2025.- La separación de residuos no es solo una buena práctica ambiental, sino una responsabilidad compartida entre ciudadanía, gobierno y sector empresarial. Así lo expresó el ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), ante el llamado del Presidente Municipal Ismael Burgueño a mantener limpia la ciudad de Tijuana.
En respuesta a la campaña promovida por la Secretaría de Protección al Ambiente del Ayuntamiento de Tijuana, encabezada por la ingeniera María Fernanda Sandoval, el ingeniero Zavala destacó la urgencia de cambiar la cultura del manejo de residuos. “Uno de los retos que enfrentan todos los gobiernos es la basura, y como decía un viejo eslogan de lucha: ‘la basura unida jamás será vencida’”, recordó con un tono reflexivo.
Para el especialista, la clave está en la separación desde el origen. “No lo va a poder hacer el gobierno municipal solo”, advirtió, subrayando que la alianza entre sociedad, empresas y autoridades es imprescindible. Aunque el municipio amplíe sus rutas y capacidad de recolección, si la basura sigue llegando sin clasificar, el problema persistirá.
Zavala explicó que, por ley, todas las empresas —desde comercios hasta industrias— están obligadas a separar al menos en tres categorías: residuos sólidos urbanos, residuos de manejo especial y residuos peligrosos. Esta separación no es solo una exigencia legal, sino una necesidad operativa para evitar que desechos peligrosos o especiales terminen en la basura común, cuya gestión corresponde al municipio.
“Lo que le importa al municipio es que la basura esté separada y que no esté mezclada con los que no son de su competencia”, puntualizó José Carmelo Zavala, egresado del Programa LEAD por El Colegio de México. En este sentido, exhortó a fraccionamientos, condominios y hogares a asumir un papel activo. Separar los residuos orgánicos —como restos de comida y cáscaras— del resto de los desechos, no solo mejora la higiene, sino que también reduce los malos olores y facilita el reciclaje.
“Hasta su basura será limpia”, afirmó Zavala, explicando que mantener los materiales reciclables como papel, cartón, metales y plásticos separados y secos permite conservar su valor y facilita que sean reincorporados en procesos productivos. “Se dice revalorizar, pero realmente es evitar que pierdan su valor”.
El director del CIGAMX concluyó con una invitación clara y directa a la ciudadanía: “Creo que es un buen momento para hacer lo correcto. Esto es lo correcto”. Para Zavala, separar la basura es un acto de responsabilidad cívica y ambiental que puede marcar la diferencia en la construcción de una Tijuana más limpia y sustentable.
Con este tipo de acciones, Tijuana limpia no será solo tarea del gobierno, sino una responsabilidad compartida que empieza en casa, en cada negocio y en cada decisión cotidiana sobre nuestros residuos.