La medida afecta el 90% de la producción de la península, que genera hasta 600 millones de dólares anuales en exportaciones, y podría reducir hasta 50% la superficie cultivada.
Ensenada, Baja California Abril 16 del 2025 .-Walberto Solorio Meza, presidente del Consejo Agrícola de Baja California, advirtió que la cancelación del Acuerdo de Suspensión del Tomate por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos representa un golpe estructural para una industria que genera 2 mil 800 millones de dólares anuales en exportaciones y sostiene hasta medio millón de empleos directos en el país.
De acuerdo con el representante del sector, el 90% del tomate producido en Baja California —principalmente en San Quintín— está destinado a exportación, y cerca del 20% del total nacional proviene de esta región y de Baja California Sur, lo que equivale a ingresos por entre 500 y 600 millones de dólares anuales.
Solorio Meza explicó que la imposición de este arancel no está relacionada con medidas recientes sobre seguridad fronteriza, sino que deriva de una disputa iniciada en 1996 por productores de Florida, quienes acusaron a México de prácticas de “dumping”. Aunque en su momento se firmó un acuerdo para suspender la aplicación de sanciones, este año se cumplió el plazo de cinco años para su revisión, y Estados Unidos decidió abandonar el convenio.
El dirigente señaló que, tras la salida del acuerdo y la entrada en vigor del arancel, se prevé una reducción inmediata en la superficie cultivada de tomate, afectando tanto la economía local como las cadenas productivas asociadas. “Productores que planeaban sembrar 50 hectáreas, ahora están reduciendo a 25 o 30. Esto significa un recorte muy significativo” puntualizó.
La producción de tomate en Baja California se concentra entre los meses de mayo y diciembre, siendo San Quintín, Maneadero, Valle de la Trinidad y San Vicente los principales valles productores.
Solorio indicó que, ante el nuevo escenario, muchas empresas se verán obligadas a detener operaciones o buscar cultivos alternativos si el impacto financiero no se compensa.
Agregó quw en paralelo, el Consejo Agrícola trabaja con representantes legales y autoridades federales mexicanas para buscar una salida negociada que permita reactivar un nuevo acuerdo de suspensión con Estados Unidos.
“Estuvimos en Washington, ya habíamos anticipado esta posibilidad. Ahora se requiere voluntad política y gestión diplomática para proteger a nuestras comunidades rurales y garantizar la continuidad de una industria vital”, afirmó Solorio.
El presidente del Consejo puntualizó que el tomate es el tercer producto agrícola más exportado por México y advirtió que, al tratarse de un insumo perecedero con un mercado de oferta y demanda altamente sensible, el consumidor estadounidense no absorberá el incremento de precio derivado del arancel, lo que afectará fuertemente a toda la industria.
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